Vino un repartidor y llamó al timbre de la casa. Femurito abrió y se encontró con un repartidor y su Vespa de la época de las cavernas con una caja en la mano.
Femurito llamó a su madre que estaba haciendo el puchero de coles con muchos huesitos de ternera.
La madre abrió la caja y era solo la cabeza del padre, pero no estaban los demás huesos.
Si queréis saber dónde están los demás huesos podéis leer este escalofriante libro.
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